20231002_124604_noticia_morata.jpg

El delantero es uno de los mejores canteranos del Real Madrid. Debutó con el primer equipo en Liga y Copa del Rey el curso pasado, pero apenas ha contado para Mourinho desde entonces. Esta temporada lleva 12 goles en Segunda División B con el Castilla. Campeón de Europa Sub-19 con España, fue Once de Bronce en la anterior edición de los premios Futbol Draft.

La senda que conduce desde la condición de promesa al estatus de firme realidad está llena de obstáculos. Si es complicado subir a la cima, más difícil aún es asentarse en ella. De estas vicisitudes sabe mucho Álvaro Morata. Debutó con el primer equipo del Real Madrid hace más de un año, al poco de llegar al Castilla (donde luego sería “Pichichi” del Grupo I) procedente del Juvenil A. Sus buenas actuaciones con el filial parecían aval suficiente para instalarse con cierta regularidad en las convocatorias de Mourinho y poder disponer de minutos, pero apenas ha jugado desde diciembre de 2010 a las órdenes del preparador portugués. La penúltima valla en su camino surgió con motivo de la convocatoria para el partido contra el Rayo. La lesión de Benzema podía suponer una oportunidad para Morata, pero el premio de entrar en la lista recayó en Joselu quien, también hay que decirlo, es el máximo goleador del Castilla este curso (19 tantos por 12 de Morata).

El delantero madrileño conoce mejor que nadie la dificultad de tener minutos en una plantilla que es casi una selección mundial. Su primera aparición junto a las estrellas blancas se produjo el 12 de diciembre de 2010, en un encuentro de Liga ante el Zaragoza en La Romareda (1-3). Todavía más especial sería su segunda entrada en escena, diez días más tarde, cuando participó en la goleada al Levante en la Copa del Rey (8-0). Esa noche, Morata disputó los últimos minutos y rozó un gol que al final se cobró Pedro León. No obstante, para sus afamados compañeros fue como si lo hubiese marcado él. Le entregaron el balón del choque en un bonito acto aprobado por Cristiano Ronaldo y Benzema, autores de seis de los ocho tantos.

Morata era el protegido de las corrientes de opinión que rodean a la institución. El nombre que siempre aparecía cuando se exigía a Mourinho más protagonismo de la cantera en el primer equipo. Delantero rápido y con habilidad para el regate a pesar de su altura (1,90), acabó la temporada 2010-2011 con 15 goles, pero lleva unos cuantos meses en los que apenas ha abandonado el Castilla para varios entrenamientos y alguna convocatoria, como la del partido frente al Espanyol del pasado 4 de marzo. En ese duelo pudo jugar los diez minutos finales.

Mientras pelea por afianzarse al máximo nivel, Álvaro está inmerso en un reto ilusionante: el intento de subir a Segunda División. El filial madridista lidera el Grupo I de Segunda B con 71 puntos, doce más que Albacete y Lugo. Las eliminatorias de ascenso a la categoría de plata son durísimas, pero el nivel futbolístico de los Jesé, Carvajal, Joselu, Álex o el propio Morata no admite dudas. Están en disposición de lograrlo.

En el escenario internacional, el joven delantero confirmó su potencial en verano, en el Europeo Sub-19 de Rumanía. Con seis dianas, fue el máximo goleador de un torneo que conquistó España. Álex Fernández, Rubén Pardo o Gerard Deulofeu fabricaban y él culminaba.

En la final ante la República Checa no marcó, pero asistió de cabeza a Paco Alcácer en uno de los dos tantos que consiguió el valencianista en la prórroga. Además, Morata también estuvo en la lista del Mundial Sub-17 de Nigeria, en 2009. En tierras africanas contribuyó al tercer puesto de la selección con dos goles.

En el ámbito personal, su destacado rol en el Castilla y sus esporádicas intervenciones con el primer equipo del Real Madrid fueron claves para que fuera incluido en el Once de Bronce de la pasada edición de Futbol Draft. Morata es uno de los mejores atacantes españoles de su generación. Por ello, este año vuelve a aspirar al reconocimiento de los premios a la cantera. Está entre los nominados en el corte 55 y podría repetir presencia en la Gala Final, que se celebrará a finales de mayo. Rodeado de jugadores que, como él, aseguran el futuro del fútbol nacional.