A sus 19 años, Isco se consolida en el Málaga mientras otea los Juegos de Londres. La temporada pasada competía en Tercera División con el filial del Valencia. Seleccionado en el Draft’132, su calidad y visión de juego ya han sido premiadas en otras ediciones de Futbol Draft (Once de Bronce en 2010 y de Plata en 2011).
Isco es un jugador especial. La distinción viene otorgada por su tremenda calidad y su rápida progresión hacia la elite con 19 años. El curso pasado, con el filial del Valencia, Francisco Román Alarcón competía en Tercera División. A final de temporada llegó el premio del ascenso y, poco después, la oferta del club de su tierra, el Málaga. Los afanes del jeque Al-Thani por convertir a la entidad malacitana en uno de los mejores equipos de la Liga alcanzaron a Isco, que retornó a sus orígenes convencido de sus posibilidades a las órdenes de Pellegrini. También intuía que en el Valencia sus minutos de juego caerían muy de vez en cuando, situación complicada para un joven con proyección.
Unos meses después de su marcha a Málaga, las circunstancias evidencian que la elección fue acertada. Isco se ha asentado en el club y ha disputado 16 partidos como titular en Liga. Ha marcado tres tantos (el último, el anterior fin de semana en la goleada al Zaragoza) y ha dado el mismo número de asistencias. Su importancia en el grupo es creciente. La confianza de Pellegrini estimula el descaro futbolístico del de Benalmádena, basado en unas cualidades técnicas impresionantes.
La calidad en el regate y el juego entre líneas suponen un incordio constante para las defensas rivales. El borde del área es su dominio preferido. El emplazamiento desde el que otea los huecos en la zaga y valora las opciones de ejecutar el pase decisivo, el que deja al delantero en posición franca. Tampoco rehúye el disparo a portería cuando se presenta la ocasión. Sin ser su principal función, puede hacer goles, alguno de ellos de videoteca, como el que consiguió ante el Logroñés en la pasada Copa del Rey.
Ese día, Isco debutaba con el Valencia en partido oficial. El conjunto de Emery ganó 4-1 al bloque riojano y él consiguió dos tantos, el segundo tras deshacerse de cuatro adversarios en un palmo de terreno. Un gol de maestro que le colocó en el escaparate del fútbol mediático. Su cláusula de rescisión, de seis millones de euros, no suponía un gran obstáculo para potenciales compradores. El Málaga se movió con rapidez y cerró una incorporación con visión de futuro, pero también de presente, a tenor de los minutos de los que está disponiendo Isco en su primer año en Primera División. Quizás su única mancha esta temporada sea la expulsión contra el Sevilla, por una entrada peligrosa a Negredo. No es un futbolista duro, pero ese día se excedió.
Las categorías inferiores de la selección han sido otro escenario donde el malagueño ha exhibido sus condiciones. Asombró en el Mundial Sub-17 de Nigeria (2009), donde España acabó tercera. El verano pasado iba a disputar el Europeo Sub-19 (de hecho, un golazo suyo a Inglaterra cerró la clasificación para la fase final de dicho torneo), pero Lopetegui le reclutó para el Mundial Sub-20 de Colombia. Un escalón más del que le correspondía por edad. Un reconocimiento a su imparable progresión, que ahora mira a los Juegos de Londres. De hecho, esta semana ha estado concentrado con la Selección Olímpica para el encuentro amistoso frente a Egipto, en el que no pudo participar por problemas físicos.
También Futbol Draft ha querido destacar los méritos de Isco en las dos últimas ediciones de los premios a la cantera. Fue Once de Bronce en 2010 y Once de Plata en 2011. Este año está nominado en el Draft’132. Un reconocimiento consecuente con su rendimiento. El centro del campo mágico de la Absoluta tiene el relevo garantizado con gente como él.