
Ayer, a primera hora de la tarde, se dieron cita en Cornellà-El Prat, Filippo Fusco, emisario que actuaba en nombre del Nápoles. Se sentó a negociar con el consejero delegado, Joan Collet y el director deportivo Ramón Planes. Fusco, se supone, llegó para refrendar la oferta vía fax del Nápoles el día antes. Al parecer, el Espanyol esperaba mejorarla. Prueba de ello es que la reunión duró poco tiempo. Antes de las ocho de la tarde, las partes se citaron para hoy.
¿Donde radica el desacuerdo? Al parecer, en varios frentes. En Italia señalaron algunas fuentes que no hay acuerdo entre Nápoles y Víctor, pese a que su representante estuvo allí negociando la pasada semana. Tampoco está claro el papel de Dátolo. El Nápoles quiere compartir la propiedad para reducir el precio del traspaso. Y el Espanyol desea sacar de la operación al menos 6 millones, contantes y sonantes.
Esta cifra es la que ayer el vicepresidente económico Sergio Oliveró apuntó para dar oxígeno inmediato a la tensionada tesorería perica. Dinero que, junto a la próxima ampliación de capital del Espanyol, permitiría según Oliveró dar respiro al club al menos hasta el próximo verano. Oliveró, en declaraciones a Com Radio, dijo: "El Espanyol necesita hacer una venta cada temporada. Cosa importante para la caja del club. La comisión económica informó al presidente y al consejero delegado que ahora necesitamos una venta, sólo una, y que sea buena. Si a esto le añadimos la ampliación de capital que tenemos en marcha, creo que iremos bastante bien hasta verano". Para Oliveró, una buena venta es que el ingreso económico sea de seis millones, como mínimo.
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