A las 20.26 horas de ayer tarde Joaquín Caparrós llamó a Jonás Ramalho, quien calentaba en la banda desde el inicio de la segunda parte del amistoso que el Athletic disputaba en Amorebieta. Los 1.500 espectadores reunidos en Urritxe rompieron en una atronadora ovación. Animaban al chaval de Leioa y de paso se felicitaban porque iban a vivir un día señalado. Ramalho se convirtió a sus 14 años y ocho meses en el jugador más joven en debutar en la historia del Athletic.
    Cinco minutos después saltó al campo el otro cadete convocado por Caparrós, el talentoso Iker Muniain, de quince años y considerado de forma unánime como el mejor jugador español de su edad e integrante del Draft 77. Debutar con 14 y 15 años en el primer equipo es algo insólito en el fútbol. Como era de esperar, Ramalho y Muniain tuvieron más destreza que oficio. Pasaron el examen con nota. El partido terminó 2-0 a favor del Athletic con sendos goles de Josefa Etxeberria