Reclama un central solvente, que complete la tripleta formada por Navarro, Albiol y Marchena. Un defensa que permita que, en un momento puntual, los dos últimos puedan convertirse en alternativa del mediocentro Albelda, quien una temporada más sigue sin relevo.
El enfrentamiento abierto que mantiene Ayala con Soler y Carboni es irreconciliable y ha salpicado al vestuario. Quique no quiere quedarse con lo puesto. Se resigna a que Carboni haga oídos sordos a la serie de refuerzos que pidió para que el equipo pudiera dar el salto de calidad esperado.
(Fuente: Las Provincias)